domingo, 5 de enero de 2014

¿Qué puedes hacer tú ante el cenit del petróleo?



¿Qué puedes tú hacer ante el cenit del petróleo?
Del libro “Cosecha de agua y tierra” de Eugenio Gras

Cuando se plantea la posibilidad de una inminente escasez de los recursos energéticos, existe, entre la opinión pública, el convencimiento de que ha de haber soluciones y de que la tecnología lo podrá resolver todo, sin cuestionarse el crecimiento económico, la viabilidad de nuestro modo de vida y sus consecuencias.

Sin embargo, hasta ahora las mejoras logradas por la tecnología en eficiencia energética no se han traducido en reducciones del consumo energético global. La historia de la humanidad ofrece abundantes ejemplos de civilizaciones muy avanzadas que sucumbieron cuando excedieron los límites en el consumo de los recursos en los que basaban su desarrollo. En cualquier caso, en un espacio limitado como nuestro Planeta, toda sociedad cuyo modo de vida esté basado en el crecimiento continuo, llegará inevitablemente a un punto en el que se enfrente al límite marcado por el agotamiento de los recursos disponibles.

No está en nuestras manos decidir las políticas de los gobiernos ni los comportamientos de consumo de los habitantes de todo el mundo para orientarlas hacia una transición lo más suave posible a los tiempos con una menor disponibilidad de petróleo. Los cambios necesarios tendrían que ser probablemente demasiado complejos, con medidas impopulares y muy difíciles de asumir, basadas en la reducción del consumo y del transporte privado, tendencia al crecimiento negativo de las economías y de la población, etc. Seguramente habrá que cambiar todo el modelo de vida que se ha creado sobre la base de una ilimitada disponibilidad de petróleo.

Pero independientemente de que estos cambios se produzcan, el hecho es que tu propia comodidad está basada en el pillaje de las riquezas del Planeta y en la privación a otras gentes (y de futuras generaciones) de sus propios recursos locales. En la medida que reducimos nuestra dependencia de la economía global y la reemplazamos con economías locales y del hogar, es cuando reducimos la demanda que conllevan las desigualdades actuales.

Cada uno de nosotros puede adoptar algunas medidas que, en general, se pueden agrupar en cuatro líneas de actuación:

  1. INFORMARSE: Es importante seguir informándose y tratar de conocer y comprender las implicaciones y las consecuencias que el cenit del petróleo puede tener en los años venideros.

  2. PREPARARSE: Cuanto antes comencemos a mentalizarnos, estaremos en mejores condiciones para adaptarnos a los cambios que se vayan produciendo, afrontarlos con éxito, ayudar a los demás y, en general, atenuar los efectos para nosotros y para las personas de nuestro entorno.

  3. ACTUAR: Podemos empezar a cambiar ya nuestras vidas hacia un menor nivel de consumo en general (y energético en particular). Lo que será útil para: reducir nuestra contribución a la situación a la que el sistema actual está llevando a la humanidad; disminuir la presión que nuestro modo de vida ejerce sobre los sistemas naturales que sustentan la vida en nuestro planeta; aminorar el ritmo de agotamiento del petróleo y de otros recursos; y, por último, estar mejor preparados para los tiempos en que nos veamos obligados a ello. Si a la situación global que enfrentamos como especie se ha legado como suma de las acciones individuales de todos los seres humanos que pueblan el planeta Tierra, es a través de la decisión individual de cada uno de nosotros, que podemos influir en ella y transformarla. Aprender permacultura, responsabilizarte de la producción de tus propios alimentos (huerto familiar orgánico), utilizar bicicleta o transporte colectivo, dejar de consumir basura, comprar en mercados locales productos locales a granel, utilizar lo mínimo de electricidad, usar letrina seca en lugar de contaminar agua, son algunas de las pequeñas cosas que tienen un gran impacto a nuestro alrededor, marcan la diferencia y te preparan para la nueva cultura sustentable que ya habita hoy por todo el Planeta.

  4. DIVULGAR: Cuantas más personas conozcan la situación, más posibilidades hay de que comiencen a adoptar a su vez acciones positivas. Una opción puede ser transmitir la realidad de la crisis energética difundiendo este u otros artículos, empleando para ellos los medios y canales de que cada uno disponga, ya sea a través de Internet, publicaciones, dirigiéndose a medios de comunicación, asociaciones y autoridades locales, centros educativos, etc...

Hay que ser parte de la solución, en nuestras manos está decidir cuándo empezar a actuar de forma que nuestra influencia sea en positivo.

EL PETRÓLEO ES COMO UNA DROGA, DEFORMA LA PERCEPCIÓN DE LA REALIDAD, LO DURO VIENE CUANDO YA NO SE TIENE.



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